Socializar la reforma
¿Cómo hacer llegar la reforma al
sistema de justicia penal a la comunidad?
Recibiendo una capacitación en el
nuevo sistema de justicia penal,
escuché al Licenciado Cristian Ortega Barrera mencionar que es necesario “socializar
la reforma”; con el afán de hacerla llegar al público en común y reforzar la
difusión de la misma y su contenido.
El término que utilizó captó mi
atención inmediatamente, y es que verdaderamente esa debería ser la prioridad de
los programas de implementación en los Estados que se encuentren ya en la
última etapa antes de la puesta en marcha y en general a lo largo de todo el
proceso.
¿Por qué “socializar”?
El Diccionario de la Real
Academia de la Lengua Española, define socializar como “Promover las condiciones sociales que,
independientemente de las relaciones con el Estado, favorezcan en los seres
humanos el desarrollo integral de su persona”.
Comúnmente utilizamos la palabra
socializar para hacer referencia a poner algo en manos de los ciudadanos,
aprovechando la definición que aportamos y orientándonos al tema, señalamos que
desde nuestra perspectiva, el nuevo
sistema de justicia penal es producto de un esfuerzo por parte del Gobierno
de “poner en manos del ciudadano” un modelo de justicia más ágil, que le
permita acceder a la justicia de manera eficaz, permitiéndole continuar con su
desarrollo tras el desafortunado incidente del delito.
¿En qué consiste la socialización
de la reforma?
La tarea de los programas de
difusión será explicar, en palabras sencillas, poniendo de lado los tecnicismos
y deconstruyendo la torre de babel que significa el uso del lenguaje jurídico
en general, al grueso de la población, es decir, los usuarios de este modelo de
justicia los elementos básicos del mismo.
La prioridad será abonar a la
comprensión de cómo funciona el sistema
penal acusatorio, quienes intervienen y la diferenciación básica de las
etapas del mismo; permitiendo de manera indirecta la transparencia del proceso
mediante la participación de la ciudadanía en las audiencias, ya sea como
público o en el desafortunado caso, como víctima u ofendido.
Otro rubro importante será dar a
conocer el contenido del artículo 20
Constitucional, que prevé los derechos procesales básicos tanto del
imputado, como de la víctima y el ofendido; otros temas básicos a tratar
deberán ser los supuestos bajo los cuales proceden las detenciones, los plazos
máximos de las mismas, el funcionamiento de los mecanismos alternos de solución de controversias, el principio de presunción de inocencia, entre otros
conceptos básicos.
¿Cómo socializar la reforma?
Es por todos conocido que en
general todo lo relacionado a Ministerios Públicos, Jueces, Policías, es visto
por la población con recelo, víctimas de la burocracia, corrupción e
incapacidad que ha plagado a estas instituciones durante una buena parte de la
historia de nuestro país, consecuencia del anterior modelo de justicia penal de
contenido mixto aunque predominantemente inquisitivo.
A partir de la reforma constitucional del 18 de junio de
2008, se buscó modificar en lo general el sistema de justicia penal para hacerlo más eficiente y garantista, producto
de esta reforma se han modificado sustancialmente las mismas instituciones que
mencionamos en líneas anteriores, esto nosotros lo sabemos por qué somos
abogados, o nos encontramos en el proceso de formación para serlo, lo cual
significa muy probablemente, que nuestra universidad ha implementado una o
varias materias en torno al nuevo sistema para prepararnos al momento de
afrontar al mismo. Sin embargo esto no es el común para la gente que no se
relaciona con el mundo jurídico.
Es importante hacer llegar a
ellos, con claridad, la imagen que plantea la reforma y en particular, las
funciones de los operadores, los derechos de las víctimas y ofendidos y la
manera de ejercerlos adecuadamente.
A nuestro parecer, para alcanzar
estos objetivos, los programas de capacitación deberán abordar por lo menos
estos 6 ejes fundamentales:
- Amplia difusión. Tanto en medios electrónicos, redes sociales, como medios de comunicación masivos como televisión y radio.
- Capacitación de grupos. Idear programas de capacitación, cuando menos básicos, que abarquen instituciones, asociaciones civiles, estudiantes y grupos en condiciones de desigualdad, como personas con discapacidades o grupos indígenas.
- Manejo de términos comunes. El material a difundir deberá estar libre de términos técnicos, el lenguaje sencillo suplirá las construcciones legales y buscará con esto, mayor aceptación en la población.
- Distinción entre el sistema antiguo y el actual. Se deberá recalcar las diferencias entre lo que pasaba “antes y después” de la reforma.
- Distinción clara de funciones. Con la creación de los jueces de control, la especialización del Ministerio Público, la facultad de investigación delegada a la policía y otros elementos de la reforma, será de suma importancia establecer límites claros a cada una de las funciones de estos operadores y explicarlas ampliamente en el material de difusión.
- Publicación de material. Este deberá de ser accesible, de fácil comprensión y desde luego, gratuito. En algunos Estados se utilizan posters o panfletos con dibujos, que abonan a la facilidad de la lectura y a captar el interés.
El éxito del sistema de justicia penal acusatorio, en cuanto hace a la
implementación de la reforma y los resultados positivos que reporte su adopción,
serán en gran parte, consecuencia de que tanto logremos “socializarla” haciendo
entender a la población que el nuevo sistema es más eficaz, transparente y ágil
para resolver los conflictos con la ley e impartir justicia.
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