Antes de ganar, hay que saber perder.

Sin afán de denostar a nadie, el más grande perdedor político en la historia de nuestro país es, sin duda, Andrés Manuel López Obrador. El político Tabasqueño guarda en su haber un récord de derrotas que poco realza sus limitados triunfos. Desde 1989, año de su primera participación en comicios en su natal Tabasco, ha acumulado 2 derrotas en contiendas electorales para Gobernador y 2 más para Presidente de México. Entre sus victorias en comicios para cargos de elección popular se cuenta el solitario triunfo conseguido para ocupar el puesto de Jefe de Gobierno del Distrito Federal en el año 2000, consecuencia de la inercia del régimen inaugurado por el PRD desde la instauración de esta figura en 1997.

Con tal récord uno pensaría que el político tabasqueño está acostumbrado a la derrota, pero el espíritu aguerrido de “El Peje”; o tal vez algo más, le impide asociarse a la figura del perdedor. Siempre proponiendo escenarios democráticos, hemos visto innumerables facetas de este personaje, desde el rijoso incitador de movimientos de protesta, con los cuales ha tomado pozos petroleros en su natal estado, o la toma de sitios públicos, como la plaza de armas de la capital Tabasqueña, al perder en el ´94 la elección contra Roberto Madrazo. Otros perfiles, como la promoción de la “resistencia civil” contra el pago de servicios de energía eléctrica entre sus seguidores, hasta sus más recientes metamórfosis, donde se ha proclamado “amante del amor”.

Hace algunos días en uno de los diarios de mayor circulación nacional, dentro de una columna de opinión, el autor se cuestionaba si algún día acabaremos de conoceral verdadero Andrés Manuel, o si alguna vez lo hemos conocido del todo; como aporte cabría señalar que la gente que realmente lo conoce, en muchos de los pueblos de Tabasco, no son presa de sus encantos, y es que hemos vivido de primera mano los caprichos y berrinches que ejecuta al momento de no conseguir el puesto que persigue, llámense bloqueos, manifestaciones, provocaciones, etc.

                

Para muestra un botón, y recordar el negro episodio protagonizado por este personaje tras su muy sonada derrota en la elección presidencial de 2006, donde tras haber declarado la autoridad electoral a Felipe Calderón como ganador, el berrinche resultante del Peje trajo como consecuencia el cierre de una de las principales avenidas del Distrito Federal, Paseo de la Reforma. El cual justificó diciendo que de no haber realizado tal cierre, hubiera podido desbordarse la violencia.

Esto nos lleva a una reflexión, ¿ya estará preparando AMLO el berrinche para el 2 dejulio? ¿Qué sucederá el momento en que no sea declarado ganador para el puestode Presidente de los Estados Unidos Mexicanos?

Enel mejor de los escenarios, reviviremos sus “grandes éxitos del pasado”,viviendo manifestaciones y protestas a lo largo y ancho del territorionacional, pero el clímax podría teñirse de escarlata, consecuencia de lapresión de movimientos sociales tales como la reciente manifestación ymovilización de estudiantes, si bien no considero que el movimiento denominadoyo soy 132, tenga un génesis Lopezobradorista, sí creo que el mismo está siendocopado por miembros de este círculo político, como se ha notado en las últimasmanifestaciones, presentando cada vez mas fuerte el canto de protesta contra elsupuesto “régimen” que atormenta el delirio de persecución de quienes prefierenal sol azteca.

                

Asímismo, la presencia y difusión en redes sociales del equipo del político deledén fomentará la participación en la manifestación y podría provocar un efectode “inflación” en el mismo, proyectándolo, como han hecho con su campaña unamole de un tamaño inconmensurable, que en realidad, no se ha manifestado, salvoen grupos muy específicos de población, en las encuestas y análisis de losexpertos en la materia.

               

Paraconcluir, yo invitaría al Señor Obrador a construir a partir de sus derrotas, reconociéndolasy tomando de ellas los elementos que le hubieran permitido, desde el 2006,elaborar una campaña política de propuestas y participación, que buscarainclusión de aquellos ajenos a su proyecto autodenominado alternativo de nacióny no el típico choque que todos esperan de él.

                

AndrésManuel desaprovechó la oportunidad de, a partir de su auto impuesta “presidencialegítima”, construir un movimiento democrático que permitiera convencer alcerca de 70% de los mexicanos que no creyeron en el en esa elección, que setrataba de una propuesta seria, con visión de futuro, y no de un caprichoirracional de acceso al poder.

                 

Cadavez estamos más próximos a las elecciones, y aunque ha habido movimientos enlos índices que manejan las diferentes encuestas, aún las más favorecedoras lositúan a 8 puntos porcentuales por debajo del virtual ganador, yo espero,sinceramente que dentro de esta "crónica de una muerte anunciada" y en caso de no favorecer las preferencias electorales de los mexicanosa su proyecto, AMLO se retire pacíficamente del escenario político y permitaque el país transite por un plazo cuando menos breve (hasta las próximaselecciones) por aguas tranquilas alejadas del escándalo político deseñalamientos y ataques, que tanto vulneran a la democracia en nuestro país.

               

Estoyseguro que en un gobierno plural hay espacio para todos, pero la manera en queocupamos el espacio es lo que nos define, en algunos años a AMLO se le recordarácomo el eterno perdedor de la política mexicana, por una simple razón, nadienunca le dijo:  “Antes que ganar, hay queaprender a perder”.